Todo emprendedor necesita para la ejecución de su idea, los fondos o el capital monetario. Estos fondos para el financiamiento suelen tener distintos orígenes como son: ahorros o patrimonio personal, aportes de familiares o amigos, préstamos de entidades financieras e inversores entre otros.
Por lo general, los nuevos emprendedores no tienen fácil acceso al financiamiento de recursos por parte de la banca privada lo que dificulta la puesta en marcha del negocio. De allí nace la importancia de poder contar con un buen Plan de Negocio que sirva de instrumento para la captación de los recursos necesarios para la cristalización de la empresa.
Por lo general puede clasificarse el tipo de financiamiento dependiendo de las etapas por las que pasa una empresa:
- Inversión Semilla : se invierte para probar el concepto, iniciar el desarrollo del producto, la investigación de mercado, etc. Este financiamiento por lo general proviene del patrimonio personal del emprendedor.
- Inicio: se completa el desarrollo del producto y su mercadeo. Se comienza con la elaboración del prototipo. Los recursos en esta etapa son similares a la etapa anterior.
- Primera Etapa: se aprueba el prototipo y se necesitan los recursos para su producción en masa. En este punto ya pueden percibirse recursos provenientes de la banca privada y de capitalistas e inversores.
- Segunda Etapa: se necesitan nuevos recursos para la expansión de la producción y el crecimiento de la empresa. Debido al éxito del negocio se abren mayores posibilidades de financiamiento.
- Financiamiento Mezzanina: en este punto la empresa genera utilidades. Debido al constante crecimiento, se necesitan nuevos recursos. La empresa puede empezar a acceder a los mercados de capitales mediante la venta de su capital accionario.
- Financiamiento Puente: la empresa realiza una oferta pública de acciones en un plazo determinado y de esta forma adquiere los recursos necesarios para pagar el financiamiento.
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